Protector solar casero

Hoy les traigo una receta diferente, un protector solar casero!.

Se acerca el verano por estos lados e inevitablemente pasamos más tiempo al aire libre, ¡eso es perfecto! Pero, tras haber pasado varios meses sin exposición al sol, protegidos del frío y pasando más tiempo en casa, la mayoría de nosotros no estamos preparados para exponernos al sol de forma prolongada y necesitamos una ayudita para evitar quemarnos y causar algún problema a nuestra piel.

El tema de la exposición al sol y la protección solar es muy controvertido. La polémica entre dermatólogos y nutricionistas está servida, y hay estudios para respaldar lo que quieras. Sólo pido que leas con mente abierta las recomendaciones que te voy a dar a continuación, al final serás tu quién decida cómo cuidar tu piel y tu organismo.

El sol es necesario, de eso no hay duda. Sus beneficios van desde mejorar el estado de ánimo, a mejorar nuestra concentración y reforzar nuestro sistema inmune. Y es que la exposición al sol, sin protección, pone en marcha la conversión de la vitamina D en su forma activa. Por tanto, la radiación ultravioleta es saludable y muy necesaria.

Pero, ¿Cuánta radiación uv es suficiente?. Depende de tu relación con el sol.

La importancia del callo solar

La práctica hace al maestro. Convierte la exposición en un hábito diario.

1. Exponte a la luz del amanecer y del atardecer.

2. Exponte al sol progresivamente sin quemarte. Comienza con 5 minutos de exposición y ve aumentando. Tu piel va a producir melanina, un pigmento marrón que, además de ponernos morenos, nos protege del sol de una forma natural.

El objetivo es que seamos capaces de estar al sol el tiempo necesario para activar la vitamina D sin quemarnos.

Ese tiempo va a depender de tu tipo de piel. Pieles más pálidas toleran unos 20 minutos, mientras que pieles más oscuras toleran 40-45 minutos.

3. Consumir DHA (omega 3) marino, pues aumenta nuestra capacidad de recoger el sol. También puedes suplementarte con vitamina D y vitamina E para prepararte para la exposición al sol.

4. Reducir la exposición a la luz azul. Al atardecer, usa luces tenues, cálidas o rojas en casa. También puedes usar gafas o lentes que bloquean la luz azul.

5. Evita las cremas solares químicas. Úsalas sólo cuando sea necesario y procura que estén libres de químicos. Usa sombreros o gorras y acomódate bajo la sombrilla cuándo vayas a estar al sol más tiempo del necesario.

El enrojecimiento de la piel es una respuesta evolutiva que nos indica que debemos ponernos a cubierto porque hemos recibido demasiado sol. Las cremas solares inhiben esta respuesta evolutiva, por lo que seguimos dañándonos por dentro sin saberlo.

Dicho esto, te voy a compartir la receta de esta crema solar física para el cuerpo, cuyo ingrediente activo es el óxido de zinc que lo que hace es reflejar y dispersar los rayos uv, no penetra ni altera nuestras células como lo hacen los protectores químicos.

Esta crema tiene una protección media, entre 20-30 aproximadamente, no se puede conocer el factor spf con seguridad, pero tras lo que te he contado arriba, creo que no es relevante.

Para tu cara es preferible usar una crema específica para el rostro y con protección física también. Esta es la que estoy utilizando y me encanta.

¡Vamos con la receta!

Te voy a compartir los links de Amazon de los productos que yo he comprado. Si realizas tu compra a través de mi link, puede que yo reciba una pequeña comisión, pero a ti no te va a costar más por ello.

Protector solar casero. Ingredientes

3/4 taza (6oz) de aceite de coco virgen extra orgánico
40 gr de manteca de karité (shea butter) orgánica
2 cdas de óxido de zinc (non nano y uncoated)
1/2 cdta de vitamina E orgánica
10-15 gotas de aceite esencial de lavanda

Preparación

Vamos a utilizar un recipiente apto para el calor para poder derretir e integrar los ingredientes. Yo he usado un "Mason Jar" de boca ancha.

También he usado una pesa de cocina para medir los ingredientes.

Agregamos el aceite de coco y la manteca de karité a nuestro recipiente y llevamos a una olla con un poco de agua para dejar que se derrita al baño maría. Vamos a mantener una temperatura más bien media-baja e iremos removiendo ocasionalmente, hasta que se hayan derretido e integrado ambos ingredientes.

Agregamos el óxido de zinc con mucho cuidado, pues es un polvo muy fino. Se recomienda usar una mascarilla para proteger nuestras vías respiratorias, es lo que he hecho yo. Removemos para integrar muy bien y ya podemos retirar del fuego y dejamos templar.

Debemos remover ocasionalmente, pues el óxido de zinc tiende a separarse cuando la mezcla está aún caliente.

Cuando la mezcla haya templado, es decir, aún esté bastante líquida pero ya no esté caliente, agregamos la vitamina E y el aceite esencial, y removemos para integrar muy bien.

Ya podemos pasar la mezcla al recipiente definitivo, yo he reciclado un recipiente oscuro que tenía de otra crema. Reutiliza un recipiente o usa un recipiente de cristal.

Listo!

Estoy encantada con este protector. Tuve la oportunidad de probarlo en mis recientes vacaciones a la costa oeste de Florida y me fue genial.

Espero que te animes a probar esta receta y te reconcilies con el astro rey, el sol.

Más información sobre la exposición al sol