Enchiladas de pollo

Soy una fan absoluta de la cocina mexicana. Así que hoy traigo mi humilde versión de las enchiladas de pollo en salsa roja típicas. Digo humilde porque no he conseguido los chiles tradicionales que llevan las recetas mexicanas, en especial esta, pero igualmente han quedado riquísimas y he sorprendido gratamente a todos en casa.

Ha sido más fácil de lo que pensaba, así que espero que te animes y prepares tus enchiladas de pollo caseras con mi sencillo paso a paso.

Enchiladas de pollo. Ingredientes

8 tortillas de maíz
2 pechugas de pollo hervidas
1 cebolla mediana
500 gr de tomate triturado
2 dientes de ajo
1/4 de pimiento rojo
1 cdta de orégano seco
1/2 cdta de comino molido
sal al gusto
1 cayena (opcional)
3-4 hojas de lechuga romana
100 gr de queso blanco duro o tipo feta
aceite para freír (el que uses)

Acompañantes:

Pico de gallo
Crema agria
Guacamole

Enchiladas de pollo. Preparación

Hervimos previamente las pechugas de pollo. Podemos añadir al agua de la cocción un poco de apio, zanahoria, puerro y ajo para que nos salgan más sabrosas. Una vez listas, retiramos del agua y dejamos templar para poder mecharlas. Reservamos.

En un cazo vamos a preparar la salsa. Ponemos a calentar el tomate triturado con la cebolla troceada, el pimiento, el ajo, la cayena y el resto de especias. Trituramos con ayuda del robot de cocina y dejamos hervir para que reduzca y espese.

El pollo lo he dejado tal cual pues todo el sabor lo da la salsa, pero tu puedes hacer también un sofrito con cebolla, pimiento y zanahoria, por ejemplo, agregar el pollo y guisarlo con parte de caldo y salsa.

Continuamos la preparación pasando cada tortilla de maíz por abundante aceite caliente. Se hace muy rápido para que no se doren, con unos 10 segundos por cada lado es suficiente. De la sartén pasamos directo a remojar en la salsa y ya podemos rellenar con el pollo mechado y doblar.

Yo las conozco dobladas por la mitad como ves en las fotos, pero otra opción es enrollarlas sobre si mismas. Las acomodamos en una bandeja y vertemos más salsa de tomate por encima.

Se presenta con la lechuga cortada en tiras finas, queso blanco duro o feta desmenuzado y crema agria al gusto. Podemos servir la salsa restante en un recipiente para que cada comensal le agregue más cantidad a su gusto.

Acompañamos de un poco de pico de gallo y guacamole casero, y ya tenemos un plato completo y exquisito! Espero que lo prepares y disfrutes tanto como yo.

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