Buñuelos de bacalao caseros

Buñuelos de bacalao caseros

Hola! hoy traigo un plato típico de la temporada de cuaresma, pero están tan buenos que los harás en cualquier ocasión. Este es el plato que se come en casa todos los viernes santo. Mi madre es la experta, pero yo he conseguido acercarme bastante, y me ha hecho una ilusión!.

Y es que cuando se vive lejos de casa se añoran los sabores, los platos típicos, las tradiciones...

Los buñuelos de bacalao son típicos en España y Portugal. En Francia también se hacen, pero con un toque picante. Se suelen hacer más pequeños y consumir como tapa o aperitivo. En casa siempre los hemos hecho como te muestro a continuación, más grandes, como un plato principal.

Buñuelos de bacalao caseros. Ingredientes

400 gr de bacalao fresco desalado

250 gr de harina de trigo

1 sobre de polvo de hornear (levadura química)

1 huevo
1 cda de leche (la que tengas)

200 ml de agua fría

3 dientes de ajo

1 manojo de perejil

sal y pimienta al gusto
aceite para freír

Buñuelos de bacalao caseros. Preparación

He usado un buen trozo de lomo de bacalao fresco. Lo he puesto a hervir durante 1 minuto para facilitar el mechado. Mechamos y dejamos templar mientras hacemos la mezcla. Si tienes bacalao seco y desalado, méchalo igualmente y reserva.

En un bol agregamos la harina, el huevo y el agua y mezclamos con unas varillas manuales hasta integrar por completo. Añadimos la levadura química y seguimos mezclando. Agregamos la leche, el ajo y el perejil bien picados, yo los he pasado por el procesador de alimentos. Salpimienta al gusto, cuidando de no pasarte, pues el bacalao ya es salado de por sí. Finalmente añadimos el bacalao mechado e incorporamos por completo. 

Calentamos el aceite en la sartén y vamos agregando porciones de la mezcla con ayuda de una cuchara. Las cucharas para repartir helados van muy bien para que todos nos queden del mismo tamaño. Dejamos dorar por un lado, verás como se inflan, y con la espumadera bañamos de aceite caliente la parte de arriba de los buñuelos para que cuaje un poco. En ese momento damos la vuelta y dejamos dorar por el otro lado. Retiramos a una bandeja con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. 

Servimos aún calientes. Deliciosos!

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